Serras Andorra Luxury Boutique & Spa
Serras Andorra es un magnífico destino para los esquiadores en particular y para cualquiera que busque la belleza alpina en general los 365 días del año. Las instalaciones de esquí son de primera clase, el spa es puro lujo y las familias y parejas encuentran aquí un elegante rincón para el disfrute y la relajación.

Combinando comodidad, espacio y estilo, las habitaciones y suites de Serras Andorra cuentan con unas preciosas vistas de las montañas o del valle. Tranquilidad alpina a pie de pista en un espacio íntimo donde la madera y la piel se fusionan para hacer que las noches se vuelvan eternas.
La experiencia gastronómica alcanza su cota más alta en Andorra y lo hace gracias a la cocina de Marc Gascons, de Els Tinars, chef premiado con una estrella Michelin, y a una carta basada en una cocina natural de montaña donde se recuperan platos tradicionales para actualizarlos con un toque más fresco. Centrada en el producto local, natural y de temporada, la cocina de Gascons demuestra por qué comer a 1800 metros de altitud se convierte, con la llegada de Serras Andorra, en el mayor de los placeres.
Serras Andorra ha creado el espacio ideal para el cuidado y la relajación en Serras Spa Clinic & Wellness, una experiencia multisensorial que poder experimentar en el primer spa vegano de Andorra. Y es en este espacio de bienestar donde se eleva el cuidado a un siguiente nivel, ya que además de masajes y zonas de aguas, el spa cuenta también con un apartado médico estético que realiza diferentes tratamientos con tecnología punta, rigor y profesionalidad como bases de su buen hacer.
Serras Andorra es el único hotel de Andorra que cuenta con pistas privadas de esquí de debutantes con sus correspondientes remontes, a las que los huéspedes del hotel tienen acceso directo, y gratuito.
Los esquiadores expertos tienen a su disposición un transfer privado y gratuito que les acerca en unos cinco minutos al remonte más cercano para el ascenso a las pistas de Grandvalira.
A veces, encontrar la escapada perfecta no resulta nada fácil, ni siquiera, aunque la tengamos justo al lado. Pero eso no sucede en Andorra, un destino natural y desenfadado perfecto para ser disfrutado los 365 días del año.